Y es que no me puedo quitar la pinche sonrisa, me acuerdo de
la puerta del edificio, las plantas, el estacionamiento, las escaleras, mi puerta, el silencio mientras trascurre el
tiempo.
Y la pinche sonrisa sigue mientras
recuerdo el trip, los aviones, las veces que no entendíamos ni madres de
francés, ni de italiano, y ni que decir del alemán.
O cuando la estación de trenes en Paris no era del lado que decía el
fuckin mapa , o ir a Barajas en busca de un tren a Roma y ¡cero
varo, men!
Y es que sigo sonriendo, recordando y pensando en tantas
chelas, tanto vino tinto, tanto humo de jashis...
martes, octubre 11, 2005
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3 comentarios:
La máscara de la sonrisa, la mejor. Es prueba de lo que nunca se olvida. No entendí nada, jaja. pero la sonrisa me quedó muy presente por eso invado.
Lo que se queda en la memoria, en el tiempo, el rostro lo pinta con sabor a recuerdo, sabroso a chocolate, a sexo, a nostalgia.
...bueno... me voy.
Ahh que bonito que te acuerdes de esos detalles, y si siempre que te vienen a la mente lo harán cn una gran sonrisota, si pudieras volver a vivirlos sin duda lo harías :D
y como pa qué te quieres quitar esa sonrisa?
el viaje sigue todavía muy presente, muy inmediato
de hecho creo que aún no regresas del todo
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