en el dover...

Me cargo una vibra, que ni te imaginas, me dijo Deborah, mientras se tomaba una chela. El lugar estaba abarrotado, la barra llena de chavos que intentaban ligarse a alguien y el grupo de rock, más bien de covers, trataba de prender a la banda, pero ésta estaba más preocupada por hacer la baca para las caguamas.
Mientras, Deborah, intentaba reconstruirme el panorama que la aquejaba por medio de una maqueta mental, pero que más bien se asemejaba a un rompecabezas al que le faltan tantas piezas, porque las piezas faltantes eran las palabras que no escuchaba por el ruido que imperaba en el bar. Obvio, yo asentía, ponía mi cara de ¡chale!, y hacía comentarios no tan arriesgados, para que no se notara que le daba el "avión". También le daba unas cuantas caladas al marlboro blanco, y un traguito a la chela, pero me sabía tan mal la combinación que mejor le regalé mi vaso a un compa, ya bien pedo, que estaba al lado mío y que me intentaba seducir con esa mirada que ya ni sabes para donde ve.
De pronto, un cuate bien ligador, según él, abordó a Debbie, como sus amigas fresas le decían, y la invitó a sentarse en un privado del lugar. A mi, la neta me daba igual ir o no con el güey, o más bien lo prefería, para evitarme la fatiga de andar cargando mi bolsa. Debbie le sonrió pero no hizo movimiento alguno, así que yo también le sonreí al chavo y acoté "¿y luego?" mirando fijamente a Deb. Esta me miró y siguió y siguió hasta que en el envase de la caguama sólo quedaba un poco de espuma.
El tipo, bien molesto, me fulminó con la mirada, yo la neta, lo miré de abajo hacia arriba y me sonreí. Volví a darle una calada al cigarro que le acaba de quitar de la mano a la Debbie y moví la cabeza en un gesto obvio de desaprobación. Deborah, dije en un tono mamón y fresa, la culpa la tienes por fijarte en losers, y volteé a ver nuevamente al güey. Si, proseguí, de esos que intentan ligarse a la guapa del bar y que para nada los pelan, ni los gays, o sea, olvídate de esos pedos que sólo existen en tu mente y escucha la rola. Ríete, baila, chupa o lo que quieras, pero por favor ¡ya cállate!