viernes, diciembre 23, 2005

o sea...

Planeaba no escribir en el blog hasta haber pasado las fiestas decembrinas, u know, pero me metí a internet desde hace como dos horas porque desde las cinco de la mañana estoy despierta. ¡Chale! Todos estos días me levanto o las siete, o a las ocho, o a las seis. No tengo una fuckin idea de porque lo hago, y más porque llego del puesto a las doce am, según yo, muerta de sueño. Pus, si, me duermo unas horas y al poco rato me despierto por estar pensando en cosas que ni puedo solucionar o ni al caso meditarlas (lo peor es que son babosadas del calibre de "¿qué me pondré el viernes?" o "¿qué tal se verá tal pantalón con tales zapatos?" o "Mañana le hablo a aquel tío"). ¡O sea! Ni al caso. Pero así he estado y obvio, después de pensar en que hace mucho frío para levantarme. O de leer un rato, o de prender la luz y observar las paredes o el techo, acabo por pararme y guardar toooda la ropa que anda regada por mi recámara, guardar cinturones, zapatos, bufandas y bolsas.
Luego de checar mis múltiples cuentas de correo (y es que tengo tres, ¡nada que ver!) se me ocurrió dar un rol por los blogs del norte de nuestro país y chale! me voy llevando una muy nefasta sorpresa. Un odio descarado y super racista a los chilangos o todo lo que huela a df. Cuando trabajé en Sky, me topé con miles de gentes que se indignaban porque era defeña. La mayoría de los norteños nos trataban con un tono déspota, golpeado y medio groserón, pero cuando anduve recorriendo otros lares, se me olvidó esta onda del "dime de donde eres" y pensé que la incomodidad que sentía en la oficina me estaba haciendo odiar a mis compatriotas no pagadores. Pero hoy, ¡qué pedo! me encuentro en un blog femenino que critica a las familias chilangas (que habría que aclararle el término porque probablemente desconozca el verdadero significado) que se van a la frontera por equis cosa, ¡eso que!, los tacha de nacos y viborea nuestro tonito de hablar. Lo peor del asunto es que critica lo que ella hace (¡joder!) sintiéndose super nais porque compra en dólares o porque va a un mall. Que güeva, no? y es que no comprendo el porqué de esas actitudes. Obvio que subirse al metro en hora pico es asqueroso, no lo niego, pero en cualquier ciuda' del mundo; sé que es horrible subirse a los micros, hastas los mismos choferes los odian, pero decir que todo el día andas asqueada, no manches! es como decir que todo es pueblo menos la hermosa ciudad de México.
Neta que leer comentarios o entradas de ese tipo propician (y aclaro que es horrendo) el sentimiento de superioridad que todos los capitalinos en cualquier ciudad del mundo tienen. Hasta mala suerte porque te dan ganas de creer que es envidia lo que sienten los provincianos. No ma...

jueves, diciembre 22, 2005

(`´)

Mi amiga, la pasante de Relaciones Internacionales, fanática de
La Maldita Vecindad, la de los novios más guapos, de signo Leo, nacida el dos de
agosto de hace 25 años. Con la que subí de aventón a una patrulla una noche que
no pasaba un taxi. Su nombre es Susan, y la conocí en una tocada de la Maldita
en la UAM Xochimilco. Bueno, la conocí en el CCH, pero donde nos empezamos a
hablar bien fue en esa tocada. Fue un domingo, generalmente yo no salía en
domingo porque "son familiares", pero esa vez mi ma me dejó sin problemas. La
Susan llegó a mi casa y juntas fuimos por mi novio. A mediodía llegamos a la
UAM, había muchísima banda, creo que compramos unas cervezas y entramos. Ni me
acuerdo que tal estuvo, lo que recuerdo es que llegó un amigo de mi novio, con
el que nos regresamos porque llevaba el tsuru blanco de sus papás. Este
chico, a los días se convirtió en el novio de Susan y nosotras desde ese día nos
hicimos muy, pero muy amigas. Los domingos nos veíamos en la Lagunilla, la Nalla
y yo íbamos a buscar a Susan a su trabajo, comíamos juntas, salíamos de antro,
nos llamábamos por phone. Nosotras convencimos a Susan de que pidiera su
carrera en la ENEP, para que estuvieramos juntas, y aunque se quedó en la misma
escuela, ella se inscribió en el turno vespertino.
Hasta que me fui a Europa estuvimos trabajando en la misma
empresa, donde ella aún labora. Pero ha cambiado mucho y me preocupa. Todavía no
sé a que grado está el cambio pero existe y espero que sea sólo una etapa, pues
extraño mucho el carácter que tenía, super desmadrosa, super confiable y bien
comprometida. Indudablemente ha tenido que pasar por un buen de cambios y
decisiones que ni mis otras amigas ni yo hemos pasado, pero si hay una lucecilla
que se está apagando y solamente ella puede evitar que se funda
definitivamente.

lunes, diciembre 19, 2005

Ahora le toca a Nallely... Cuando la conocí, fue en puesto de comida que estaba por las canchas de
basquetbol, donde mis amigos y yo nos juntábamos. En las canchas estaban
todos los puestos de comida chida que tenía el CCH (ya saben, gorditas, tortas,
quesadillas, hotdogs y hamburguesas, papas, etc). Nallely iba con Elisa (una
compañera de clase) a almorzar, se me ocurrió chulearle un collarcito que traía,
y me echó unos ojos de pistola. En ese momento decidí no volverle a dirigir la
palabra ¡Pinche vieja!
A los meses nos tocó
juntas en clase de Ciencias Políticas, cuando la vi afuera de mi salón, me dije
que ya había valido madres, pensando que todo el año nos íbamos a odiar, pero
cual, se convirtió en una de mis mejores amigas. Comenzamos porque hicimos
equipo en clase, luego me empecé a juntar en el F, luego nos platicábamos lo que
nos pasaba con nuestros respectivos chicos, comencé a ir a tocadas y fiestas con
ella, etc.
Cuando salimos del CCH,
ni nos imaginamos que habíamos pedido la misma escuela, fue hasta que nos
inscribimos que nos enteramos. Entramos a la ENEP, ahora FES, Aragón en 1998.
Las dos nos quedamos en la tarde, pero pudimos permutar el turno. Cuando salía de clases, la iba a buscar a su edificio. Generalmente las clases de mi carrera (Periodismo) terminaban a las once de la mañana, entonces me pasaba a Derecho, donde ella estaba y me despedía, o íbamos a desayunar. Cuando entré a Idiomas en
la escuela, salía a la una, entonces ya nos regresábamos juntas porque a esa hora terminaban sus clases.
Durante mucho tiempo,
sino es que todavía, nuestras vidas tuvieron un hilo conductor muy parecido. Cuando comencé a tener problemas con el novio que tenía desde el CCH, ella igual, sólo que siguió con él por el doble de tiempo que yo lo hice con el mío.
Nos tocó la Huelga de la UNAM, participamos en el movimiento pero cuando el mismo se
radicalizó, decidimos abortar la misión de ir e intentar entrar a las asambleas.
Por ese entonces dejé de ver a mi amiga Jennifer, pero Nallely y yo todos los miércoles nos íbamos al cine. Al mismo tiempo me inscribí en mi adorada escuela de foto que está en la condesa.
En Derecho casi fue una
obligación asistir a clases extramuros, así que mi amiga lo hizo, con lo que adelantó un semestre.
En mi carrera se organizaron esas dichosas clases, pero
como mi corazón seguía fiel al movimiento, no asistí.
De todos modos, el movimiento valió, y la huelga se rompió con la nefasta entrada de la PFP a
Ciudad Universitaria.
Cuando reanudamos
clases, me pasé a la tarde en mi escuela de foto y Nalla y yo comenzamos a ir a antros, ja, a emborracharnos con las barras libres. Varias veces terminamos super mal en el Bulbo de Sullivan y nos salíamos como podíamos para llegar a mi casa.
En ese año terminé con mi novio, ella volvía y regresaba con el suyo; con uno de mis amigos
de foto y ahora super amigo, José Alberto y mis demás
amigas(Jennie, Nalla, Susan, mi prima Dona, Mónica) me fui al Cervantino de
esa año. Estuvo padrísimo y la Nalla y yo tuvimos nuestra primera pelea, jeje.
Claro que nos reconciliamos en una borrachera, precisamente en Los Lobos, un barecito legendario para aquel que pise Guanajuato.
Durante tres o cuatro
años no fallamos al Cervantino, después todo cambió. Terminamos la carrera, Nalla un semestre después de que yo lo hice, fuimos a nuestras respectivas
graduaciones, comenzamos a trabajar.
Nos fuimos a la playa el año
pasado y en este verano nos fuimos juntas a Europa. Hace rato, miraba las fotos y me acordaba de esas vacaciones.
Ahora tenemos un
puesto, en un tianguis navideño, de accesorios que trajimos en
Nueva York.
Obvio que en el proyecto están la Jennie y la Susan, además del hermano de la
Nalla.
Nallely es como
mi hermana gemela, somos super parecidas y la quiero muchísimo. En realidad
estamos en la misma frecuencia y eso me hace sentir que siempre está a mi lado.
Generalmente donde va una, va la otra, y todos lo saben.

sábado, diciembre 03, 2005

*****

Siento que una etapa de mi
vida ha llegado a su fin, por eso se me ocurrió contar acerca de las amigas
que me han acompañado en estos años.
A mis hermanas
JENNIFER...

El jueves fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas. Se llama Jennifer y cumplió 25 años. Cuando la conocí teníamos 14, el primer cumpleaños que celebramos juntas fueron sus quince años, en su casa, con sus amigos y familia. Me acuerdo que mi mamá me llevó a su casa, porque yo no sabía ni como llegar, y le regalé una alcancía de lata. Estaba bien padre, no sé si aún la conserve. Nunca le he preguntado.
íbamos en el CCH Azcapotzalco. Pasamos un año en el tercer turno, creo que salíamos como a las siete pm. Después nos cambiamos a la mañana, en el primer turno. Me tocó en grupo bien chido, pues muchos ya se conocían, entonces como que ya estaban los grupitos bien establecidos. Del grupo más desmadroso salieron mis amig@s. Comencé a andar con uno de los chicos con los que nos juntábamos, Mauricio. Y nuestro punto de reunión eran las canchas de basquet de la escuela. Al salir de clases, Jennifer me alcanzaba allí. Y mis amig@s se conviritieron en sus amig@s.
Cuando pasamos a quinto semestre, escogimos casi las mismas materias, con la esperanza de que nos tocara juntas, pero nel, nos tocó en grupos distintos. En mi grupo de Ciencias Políticas, estaba uno de mis mejores amigos desde que inicié el CCH, Vladimir, una amiga de otra amiga, Zamara y una chava que al principio me caía super mal, Nallely. Hicimos equipo de trabajo los cuatro, y al tratar a Nallely nos empezamos a llevar super padre. Ahí fue cuando me empecé a juntar en el (edificio) F, ya que ella se juntaba ahí. En el F conocí a una banda bien chida (Susan, Elisa, Jenny, Helena, Rafael, Omar, Arturo, Joe, el Screetcho, el Pini, el Alejo, Alma, Katya, el Mene, el Moco, el Paco, y otros), y de pronto, Mauricio y otros cuates de las canchas se comenzaron a juntar también en el F. La banda se hizo más grande aún. Todos juntos íbamos a fiestas, tocadas, a chupar a las cantinuchas cercanas... Pero Jennie, nunca se unió a esa nueva banda, ella se comenzó a juntar con una de mis amiguísimas del ciclo anterior, Citlalli. De vez en cuando me iba a buscar al F, pero no era frecuente, y como que en ese año nos distanciamos un poco.
Cuando solicitamos el pase automático a la universidad, pedimos ENEP Aragón, con la idea de estar juntas. Fue con la única de mis amigas que me puse de acuerdo para eso. Efectivamente
nos quedamos en la misma escuela, pero a mi me tocó en la tarde!! Me pude cambiar luego, luego, pero estaba en un grupo distinto al de Jennie. Me comencé a juntar con una chica, Ana. En segundo semestre, solicitámos el mismo grupo Jennie, Ana y yo. Después del segundo semestre, se atravesó la huelga de la UNAM, cuando el movimiento se radicalizó dejamos de apoyarlo y al no tener donde seguir viendónos Jennie y yo nos alejamos. Ella aún no tenía phone, así que un día me descolgué para buscarla en su casa. No la encontré pero le dejé un mensaje. Eso reavivo nuestra amistad, pues desde ahí, y al reanudarse las clases, pedimos los mismos grupos. Por esos años empezamos a irnos al Cervantino, a Puebla, etc. Terminamos la carrera, nos fuimos a Ixtapa de viaje de generación. Bailamos como locas en la graduación.
Ella ahora trabaja en la empresa en la que yo lo hacía, sólo que entró ahí cuando yo andaba en Roma. Ahora hacemos nuestra tesis juntas, pues todavía no nos titulamos, y nos vemos cada jueves en la universidad y a veces los fines de semana, sólo que para tomarnos un trago...