viernes, noviembre 28, 2008

las fotos siempre me han parecido cachitos de la vida de quien sale en la misma. cada vez que veo una intento pensar que es lo que estaba pasando al momento de la foto, quienes son los que están ahí y porque están, etc, etc. pero nunca he sido fan de sacar fotos a cada minuto. me casé con un fotógrafo y lo conocí mientras estudiábamos foto. es raro que yo no tenga tantas fotos de los momentos que he vivido. si existen evidencias de muuuuchas cosas pero no como deberían.
hace unos momentos, intentando desalojar un poco más el cuarto de mi hijo me encontré otras tantas fotos de mi querido esposo. 
es bien raro ver fotos de mi galán besando a alguna novia del pasado, o ver una reunión familiar con sus papás mientras el abraza a otra chica, o paseos a los dinamos, a xochimilco, a cuernavaca, a no sé donde diablos sonriéndole a alguien como lo hace conmigo. Claro, cuando lo veo en las fotos estoy completamente segura que nunca de los nuncas hubiera andado con él en ese momento, pero si me dan punzaditas de celos, celos de no ser quien está con él, celos de no saber la historia de la foto, celos de no tener fotos mías con mis exnovios, celos por no haber retratado tantos momentos que sólo los tengo registrados en la memoria. celos porque él nunca va ha sentir lo que siento yo y me dan muchas ganas de llorar. se que no tengo que sentir nada de esto, y realmente yo sé que estamos juntos porque nos amamos, porque tenemos un bebe, porque queremos crecer juntos, pero aún así las lágrimas corren por mis mejillas. 
¿alguien puede decirme por qué me pasa lo que siento?

jueves, noviembre 13, 2008

por momentos olvido lo que pasa,
de pronto algo hace que todo vuelva a mi mente
y es cuando lloro. desde hace días lo hago y mucho.
me duele, no sé porque está pasando y siento un vértigo incontrolable.
sólo siento paz cuando veo a mi niño dormir.
o cuando miro los ojos azul de mar de mis gatas.
o cuando me hundo en los labios de mi amor y me dejo empapar por su saliva. quisiera sentirlo por todo mi cuerpo, tiemblo de añoranza...